Hola, soy Alina y tengo dos hijas preciosas e increíbles. Di a luz a mi segunda hija a los 44 años.

Entiendo la montaña rusa emocional (y créeme, lo es) que puede suponer la infertilidad y la FIV. Al haber estado en tu lugar, he experimentado todos los altibajos durante varios años.

Invertí mis "años de juventud" en desarrollar mi carrera profesional y disfrutar de mi matrimonio. Tenía 33 años cuando mi marido y yo decidimos ampliar la familia y nos enfrentamos por primera vez a la palabra infertilidad.

Siguieron una serie de pruebas, revisiones, estimulaciones hormonales y transferencias. Después de 11 transferencias de embriones y todo lo que ha conllevado ese proceso, sé que hemos sido bendecidos por haberlo conseguido. Sin embargo, muchos de mis problemas podrían haberse evitado o gestionado de forma diferente si hubiéramos estado preparados. Ojalá hubiera buscado apoyo (que, por cierto, no se recibe en las clínicas).

Por eso estoy aquí, para guiarte en cada paso del camino. Puedes simplificar el proceso, salir fortalecida de él y aumentar tus posibilidades de obtener un resultado positivo sin perder un tiempo precioso ni más dinero del que deberías.